A las doce tribus que están en la dispersión
Santiago
1:1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las
doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Santiago
1:5- 7 Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada. Pero pida con fe, no
dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es
arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá
cosa alguna del Señor.
Santiago
1:8
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
Santiago
1:9- 11
El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; pero el
que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. Porque cuando sale el sol con calor
abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia;
así también se marchitará el rico en todas sus empresas.
Santiago
1:12- 15
Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya
resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los
que le aman. Cuando alguno es tentado,
no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por
el mal, ni él tienta a nadie; sino que
cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha
concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la
muerte.
Santiago 1:16,
17 Amados hermanos míos, no erréis. Toda buena dádiva y todo don perfecto
desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni
sombra de variación.
Santiago
1:19- 25 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre
sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia
de Dios. Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas. Pero sed hacedores de la palabra, y no tan
solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero
no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su
rostro natural. Porque él se considera
a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta
ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
Santiago
1:26, 27 Si alguno se cree religioso entre vosotros, y
no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios
el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones,
y guardarse sin mancha del mundo.
Santiago 2:1- 4 Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro
glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un
hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con
vestido andrajoso, y miráis con agrado
al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y
decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros
mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?
Santiago
2:5- 7 Hermanos míos amados, oíd:
¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y
herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No
os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los
tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen
nombre que fue invocado sobre vosotros?
Santiago
2:8, 9
Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a
tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis
pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.
Santiago
2:10- 12 Porque cualquiera que guardare toda la ley,
pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio,
también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas,
ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis
de ser juzgados por la ley de la libertad.
Santiago
2:13
Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia;
y la misericordia triunfa sobre el juicio.
Santiago
2:14- 18 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno
dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si
un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento
de cada día, y alguno de vosotros les
dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son
necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es
muerta en sí misma. Pero alguno dirá:
Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré
mi fe por mis obras.
Santiago
2:20
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?
Santiago
2:24
Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no
solamente por la fe.
Santiago
2:26
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe
sin obras está muerta.
Santiago 3:1- 12 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de
vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos muchas veces. Si
alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar
todo el cuerpo. He aquí nosotros
ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos
así todo su cuerpo. Mirad también las
naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con
un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere. Así también la lengua es un miembro pequeño,
pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !!cuán grande bosque enciende un
pequeño fuego! Y la lengua es un fuego,
un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina
todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada
por el infierno. Porque toda naturaleza
de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido
domada por la naturaleza humana; pero
ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado,
llena de veneno mortal. Con ella
bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están
hechos a la semejanza de Dios. De una
misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
¿Acaso alguna fuente echa por una misma
abertura agua dulce y amarga? Hermanos
míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también
ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
Santiago
3:13- 18 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en
vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque
esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal,
diabólica. Porque donde hay celos y
contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es
primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y
de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para
aquellos que hacen la paz.
Santiago 4:1- 3 ¿De
dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones,
las cuales combaten en vuestros miembros? Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de
envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís. Pedís, y no
recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Santiago 4:4 !Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la
amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser
amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Santiago
4:6 - 10 Pero él da mayor gracia.
Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y
huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y
él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de
doble ánimo, purificad vuestros corazones. Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa
se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza. Humillaos delante del Señor, y él os
exaltará.
Santiago
4:11, 11
Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del
hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú
juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Uno solo es el dador de la ley, que puede
salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Santiago
4:13-16 !Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana
iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco
de tiempo, y luego se desvanece. En
lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto
o aquello. Pero ahora os jactáis en
vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala;
Santiago
4:17
y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Santiago 5:1- 6 !Vamos
ahora, ricos! Llorad y aullad por las miserias que os vendrán. Vuestras riquezas están podridas, y vuestras
ropas están comidas de polilla. Vuestro
oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y
devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los
días postreros. He aquí, clama el jornal
de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha
sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado
en los oídos del Señor de los ejércitos.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis
engordado vuestros corazones como en día de matanza. Habéis condenado y dado muerte al justo, y él
no os hace resistencia.
Santiago
5:7, 8 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la
venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra,
aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad
vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca.
Santiago
5:10, 11- 14 Hermanos míos, tomad como ejemplo de
aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los
que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor
es muy misericordioso y compasivo. ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga
oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a
los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de
fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados,
le serán perdonados.
Santiago 5:19, 20 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha
extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del
error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
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